Desastre en el Manzanares

El Valencia pierde por la mínima en el Calderón dejando una imagen lamentable.


Cuando pierdes y lo mejor que te llevas es el resultado significa que el partido ha sido un desastre.El del Calderón siempre es un encuentro especial para el Valencia por definición. La coyuntura en la que llegaba el equipo de Nuno, además, convertía el duelo contra el Atlético en una cita clave. En caso de ganar el Valencia le hubiera tomado el pulso a la Liga y hubiera dejado atrás las dudas del inicio de temporada. Pero el equipo blanquinegro no hizo ningún mérito para llevarse algo positivo de su visita a Madrid. Al contrario, dejó una imagen lamentable y no estuvo a la altura de las circunstancias. Sobre todo, a raíz de recibir el primer gol a la media hora de juego.

Nuno dispuso sobre el campo un once con muchas modificaciones, tanto en nombres, como en el aspecto táctico. Se esperaban las novedades de Rodrigo Moreno en punta y la presencia de Enzo Pérez. Pero además, el técnico portugués soprendió con Danilo Barbosa en el centro del campo y sin ningún extremo puro. El once que saltó al terreno de juego fue el formado por Jaume, Cancelo, Aderllan, Mustafi, Gayà, Danilo, Enzo, André Gomes, Parejo, Mina y Rodrigo Moreno.

El Valencia entró al campo con buena predisposición y en el minuto 3 llegó el primer acercamiento blanquinegro a balón parado. El Atlético respondió con una clara ocasión de Koke que disparó desde dentro del área con potencia pero demasiado centrado al alcance de Jaume. El partido había empezado vibrante pero el Valencia quería reposarlo a través de la posesión. La presencia de Rodrigo como delantero centro no implicaba que el Valencia buscara el contragolpe. El equipo de Nuno quería controlar el juego y lo conseguía pero en lugares del campo alejados de la portería. El Atlético de Madrid entorpecía la transición de balón del equipo blanquinegro con una presión asfixiante y si era necesario, con faltas. Parejo y André Gomes tenían poco peso en la construcción y Danilo Barbosa y Enzo Pérez asumían esa responsabilidad con criterio pero sin profundidad.

En el minuto 20 hubo otra llegada interesante del Valencia tras una jugada muy bien elaborada que acabó con Cancelo apurando la línea de fondo y metiendo un centro chut muy peligroso. En la acción siguiente Rodrigo Moreno se lesionó y tuvo que ser sustituido por Alcácer.

El partido estaba siendo muy igualado. El Atlético de Madrid también tenía sus opciones a balón parado y generaba peligro cuando conseguía recuperar la posesión en posiciones adelantadas. A la media hora de juego el equipo local se adelantó en el marcador tras un doble fallo de los centrales del Valencia que brindaron el gol en bandeja a Jackson Martínez. Ni Mustafi ni Santos lograron despejar un balón en el que tenían ventaja.

Como sucedió el día del Gante el Valencia se descompuso al recibir el gol. Jaume tuvo que salvar a su equipo por partida doble en el minuto 34. Primero despejando un remate de Jackson y en la jugada posterior sacando un remate de Godín con ayuda de Gayà bajo palos. Y cinco minutos después, el 'gato de Almenara' ya no pudo hacer nada ante el disparo de Carrasco desde fuera del área. El Valencia se había ido del partido y lo mejor que podía pasar es que llegara el descanso.

Podría haberse esperado un cambio tras el paso por los vestuarios, una apuesta diferente por parte de Nuno, un nuevo enfoque o, simplemente, una pizca más de orgullo entre los futbolistas. Pero el partido siguió por los mismos cauces. La reacción en el banquillo llegó en el minuto 55 cuando Bakkali entró en el campo por Parejo. El equipo se recompuso tácticamente y sobre el campo se dibujó un 4-3-3 pero las sensaciones seguían siendo las mismas. El Valencia era un muñeco en manos del Atlético de Madrid. El equipo blanquinegro no sabía a qué jugaba ni sabía qué hacer con el balón ante la presión del rival.

Y cuando menos sensación de peligro daba el Valencia en el minuto 72, en una taque aislado tras un saque de esquina, Mustafi provocó un penalti que convirtió Alcácer. El Valencia se volvía a meter en el partido, al menos, eso decía el marcador. El equipo de Nuno no tenía argumentos futbolísticos colectivos para encerrar al Atlético en su área. Y aún así, la posibilidad del empate estaba abierta.

El técnico portugués hizo la última sustitución en el minuto 79 dando entrada a Piatti por Enzo Pérez. El Valencia había empezado con cuatro mediocentros y acababa con dos. El planteamiento inicial de Nuno no había funcionado. Era una apuesta arriesgada y no salió.

El Cholo pedía el apoyo de su afición algo que siempre es síntoma de que su equipo lo está pasando mal. El Valencia, con nada, había metido el miedo en el cuerpo al Atlético de Madrid. Y aunque las razones del fútbol son inescrutables, en esta ocasión fue justo y no premió al equipo blanquinegro porque no había razones para ello. El Valencia se vuelve a casa con una derrota y muchísimas dudas.

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