Competir como forma de vida

El Valencia hace un gran partido en el Bernabéu aunque sin el premio de la victoria pese a adelantarse en el marcador con dos goles de diferencia.


Un empate en el Bernabéu es siempre, a priori, un resultado apetecible. Sin embargo, dadas las circunstancias del partido entre el Madrid y el Valencia, el marcador final de 2-2 deja un sabor agridulce. El equipo dirigido por Nuno hizo lo más difícil y se fue al descanso con una ventaja de dos goles. En la segunda parte, sin embargo, el Madrid supo materializar dos de sus múltiples oportunidades y el equipo visitante no estuvo tan acertado en ataque. En cualquier caso poco se le puede reprochar al Valencia.

El primer golpe de efecto del partido lo dio el equipo de la capital del Túria con su equipación de la Senyera. Aunque hay quien prefiere no tocar ese tipo de elementos en momentos tan especiales por cuestiones de superstición o apelando a códigos no escritos del viejo fútbol, lo cierto es que la puesta en escena de la segunda equipación para el año próximo estimuló el ánimo de los aficionados valencianistas en los momentos previos al duelo. Por otra parte, no hay mejor escaparate para vender que el Bernabéu. Fue una acción arriesgada porque la camiseta podría haber quedado asociada a un mal partido. Pero no sucedió así. En el Bernabéu se pudo ver un encuentro de altura con un Valencia excelente, sobre todo, en el primer periodo.

El máximo accionista del club, Peter Lim, acudió al palco del Bernabéu y sobre el césped, Nuno dispuso el once esperado. El más repetido a lo largo del campeonato.

Antes de que se cumpliera el primer minuto de partido ya había llegado la primera presión del Valencia, el primer robo de balón y la primera ocasión clara del equipo de la senyera con un disparo de Alcácer desde fuera del área que Casillas envió al córner con problemas. El Valencia esperaba replegado pero tenso con la defensa alejada del área propia. Pese a recuperar el balón con muchos metros por delante, trenzaba contragolpes rápidos y precisos para llegar al área madridista. El Madrid trataba de masticar la jugada pero no encontraba fisuras en la zaga valencianista. En el minuto 10 Alcácer tuvo una ocasión de oro. Fue una jugada extraña en la que Pepe reclamó falta en el salto con André y el balón acabó en las botas del delantero de Torrent que, sólo ante Casillas, envió el esférico demasiado alto.

El Valencia había tenido una gran puesta en escena. Se veía que André Gomes y Parejo estaban finos en la construcción de juego. Feghouli no participaba mucho pero cada vez que lo hacía era para mejorar la jugada y Gayà se desplegaba por su banda con desparpajo. Atrás, Javi Fuego se multiplicaba y el resto de defensores rendían como es habitual. Aún así no es fácil parar todo el poderío ofensivo del Madrid y los locales empezaron a crear ocasiones de gol como un disparo de Bale a la cruceta u otro de Cristiano a la madera. Se estaba viendo un partido disputado y con alternativas. Cada equipo aplicaba su plan y se veía un duelo muy entretenido.

Se llegaba a los 20 minutos de juego y llegó el primer gol del Valencia. Un golazo. Otamendi abrió a la banda izquierda por donde se incorporaba Gayà. El lateral de Pedreguer puso un centro con arco imposible de defender y por allí apareció Alcácer, rey de los espacios en el área para rematar al primer toque y batir a Casillas. Conexión canterana en el Bernabéu, un gol directo al corazón de los valencianistas.

El Valencia estaba cumpliendo el guión escrito por su entrenador: Ponerse por delante en el marcador y seguir persistiendo en la idea de salir al contragolpe y, en el minuto 25 el equipo de la senyera volvió a batir a Casillas. En esta ocasión con un remate peinado de Javi Fuego tras una falta lanzada por Parejo desde los tres cuartos de campo. El más de medio millar de valencianistas en las gradas estalló de alegría. El Valencia estaba asaltando el Bernabéu a las bravas. La única lectura negativa era que todavía quedaban muchos minutos por delante.

El Madrid retomó su ofensiva y empezó a aparecer la figura de Diego Alves. El portero brasileño se empleó a fondo para sacar un violento disparo de Bale a la escuadra. El equipo local embestía pero el Valencia seguía afilado en ataque y saliendo con peligro. El Madrid ante esa tesitura decidió subir el grado de brusquedad de las entradas pero este Valencia competitivo también sabe defenderse en estas lides del juego.

Se entraba en el último tramo de la primera parte y al Valencia le empezaba a quemar el balón en los pies. El Madrid apretaba y Chicharito volvió a lanzar un disparo a la madera. El árbitro decidió darle la oportunidad al Madrid de que recortara diferencias antes de llegar al descanso dando por bueno el penalti señalado por el Bernabéu por una caída de Bale dentro del área. Diego Alves fiel a su estadística le detuvo el lanzamiento a Cristiano Ronaldo. El Valencia, gracias a su portero, parecía inexpugnable y se iba al descanso en una situación de clara ventaja.

La segunda parte empezó con cambios en el Madrid que buscaban darle un vuelco a la tendencia del partido. El Valencia no renunciaba a crear peligro pero el asedio de los locales cada vez era más evidente. En el minuto 55 Pepe, tras saque de esquina consiguió marcar el primero para el Madrid. El gol venía fraguándose en las jugadas anteriores en las que Alves había realizado dos grandes paradas.

Tocaba sufrir. El Valencia le vio las orejas al lobo y decidió parecerse más al equipo de la primera parte. Con más mordiente en ataque. Volvieron a aparecer André Gomes y Parejo y el partido se igualó por momentos. Aún así, al equipo de Nuno le empezaba a pesar el esfuerzo físico y ya no salía a la contra con la misma velocidad. El Madrid seguía llevando la iniciativa. Nuno decidió hacer el primer cambio en el minuto 67 dando entrada a Negredo por Alcácer. El delantero madrileño cumplió perfectamente con su misión de desahogar al equipo tanto en defensa como en ataque, aunque, una vez más, le faltó la suerte del gol. A la media hora de juego Diego Alves hizo una parada milagrosa para sacar un remate de cabeza de Sergio Ramos. Se entraba en el último cuarto de hora de partido y Nuno decidió hacer el segundo cambio: entró De Paul y se fue André Gomes.

La sociedad formada por De Paul y Negredo empezó a dar sus frutos. El Valencia pudo cerrar el partido en el minuto 80 cuando el futbolista argentino dejó muestras de su talento recuperando un balón en la zona de tres cuartos, yéndose de un defensor y sirviéndole un gran pase a Negredo que no pudo concretar el remate entre los 3 postes. El Tiburón la volvió a tener muy clara con un remate de cabeza franco tras un saque de falta de Parejo. El Valencia no conseguía rematar a su rival y la recta final del encuentro Isco consiguió un gol de bandera con un disparo desde fuera del área. Demasiado para Alves. El Valencia reaccionó bien al gol del Madrid ambicionando la victoria. Nuno realizó el último cambio dando entrada a Orban por Piatti. El partido estaba abierto.

Un contragolpe del Valencia con De Paul y Negredo como protagonistas acabó con el argentino encarando a Casillas sin oposición pero con Carvajal pisándole los talones. De Paul remató algo forzado y, como suele ser habitual, el realizador de la televisión no se extendió en las repeticiones de la jugada pese a las quejas del argentino reclamando un posible penalti.

No quedaba tiempo para más y el colegiado señaló el final de un gran partido. El Valencia volvió a demostrar que sabe competir en cualquier campo y da un paso más hacia la consecución del objetivo Champions.

 

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