El Valencia cumple con creces

El Valencia vence al Éibar con suficiencia y se asienta en la cuarta plaza de la clasificación. La victoria permite al equipo blanquinegro viajar al Bernabéu con menos urgencias.


Se le habían atragantado al Valencia esta temporada los equipos que le cedían claramente la posesión del balón. Sin embargo hoy, el equipo de Nuno respondió al envite del Éibar asumiendo el protagonismo sin reservas y mostrando muchos recursos para afrontar este tipo de encuentros. Sobre todo, a través de Parejo, termómetro del Valencia en cualquier caso y brújula necesaria cuando el partido exige jugar a fútbol.

Mestalla volvió a presentar un ambiente "fantashtico' que diría Nuno. Fue muy afortunado el comentario del 'speaker' dándole la bienvenida al Éibar en su primer partido en Mestalla y pidiendo el aplauso de la afición para el equipo armero. Gestos de club grande ante un rival especial y carismático.

Con respecto al último partido contra el Rayo Vallecano Nuno salió con las novedades de Javi Fuego por Enzo Pérez, de Alcácer por Negredo, de Rodrigo De Paul por Piatti y de Feghouli por Rodrigo Moreno. Un equipo muy reconocible porque es el que más ha repetido el técnico portugués a excepción de De Paul.

Tal y como se preveía los visitantes cedieron la iniciativa del juego al equipo blanquinegro desde el minuto 1. El Valencia estaba preparado para asumir la posesión y desarbolar el entramado defensivo de los vascos. Los futbolistas dirigidos por Nuno trataban de entrar por ambas bandas. Por la derecha Barragán y Feghouli progresaban con acierto y conseguían ganar la línea de fondo. Por la izquierda Gayà hacía lo propio y la presencia de De Paul le daba más dinamismo al juego ofensivo por su movilidad y capacidad de asociación. El argentino dio el primer aviso en el minuto 3 con un disparo que se marchó alto. Nuno había dicho en la previa que su equipo tenía que ser paciente en ataque y ése era el escenario del partido. El Valencia dominaba territorialmente y movía el balón buscando las fisuras en la zaga de la defensa armera. Aún así, la primera ocasión clara del encuentro fue para el Éibar al cuarto de hora con un remate de cabeza de Piovaccari que pasó muy cerca del poste. Fue un oasis en el desierto pero el equipo vasco casi sacia su sed.

Los minutos pasaban y al Valencia le costaba generar ocasiones claras de peligro. Pero justo cuando el partido amenazaba con caer en la monotonía y el juego en la intrascendencia, llegó el primer gol para los locales. En el minuto 25, un centro medido de Gayà encontró el poderoso salto de Otamendi en el segundo palo. El testarazo del internacional argentino fue imposible de detener para Irureta y el Valencia se ponía por delante en el marcador. El partido podía cambiar porque el Éibar estaba obligado a adelantar líneas en busca del empate. Sin embargo, la tendencia del duelo siguió igual. El Valencia dominaba el choque y seguía generando oportunidades de gol. La más clara fue para De Paul con un violento disparo desde la frontal que Irureta despejó a córner con apuros. Aún así, los visitantes, aunque tímidamente, iban ganando metros. Al Valencia tampoco le costaba asumir ese papel porque se ha convertido en un equipo con mucho peligro cuando no tiene el balón. En cualquier caso, la primera parte acabó sin más incidencias reseñables y con la sensación de que el equipo local estaba cumpliendo con su cometido con solvencia.

En la reanudación el partido siguió con el mismo ritmo, algo cansino por parte de los dos equipos. Era evidente que el calor y el poniente estaban dejándose notar. El resultado era muy corto y el Éibar empezaba a crecer y a acercarse a la portería defendida por Diego Alves. El equipo armero gozó de dos ocasiones tras saque de córner y Mestalla, siempre impaciente, empezó a mostrar su desaprobación con pitos. De Paul revertió la situación con un excelente disparo que fue a parar al larguero, en el rechace posterior, llegó el segundo gol. Parejo chutó desde el borde del área y el balón, tras tocar en un rival, se alojó en las redes. Un nuevo tanto para el capitán y pichichi del equipo que devolvía la tranquilidad a la parroquia valencianista. Era el minuto 56 y todo eran buenas noticias en Mestalla hasta que, poco después, Gayà se tuvo que retirar lesionado. El público le despidió con una sonora ovación y en su lugar entró Orban. El partido se quedaba para el disfrute de la afición y el lucimiento de los futbolistas. Todos querían apuntarse a la fiesta: Parejo, magistral durante toda la tarde, De Paul, dándole chispa al juego y Alcácer tratando de meter su gol. Lo consiguió en el minuto 64 pero el el árbitro lo invalidó por un fuera de juego dudoso.

Nuno decidió hacer la segunda sustitución y entró Piatti por De Paul. El Valencia seguía teniendo posesiones largas y combinaba con acierto. En el minuto 70, como consecuencia lógica de la superioridad blanquinegra, llegó el tercer gol obra de Paco Alcácer. El delantero de Torrent recogió un rechace tras una 'bomba inteligente' de Parejo a lanzamiento de falta que golpeó en el poste.

Nuno hizo una concesión a la grada cambiando a Javi Fuego por Negredo. El Valencia iba a jugar los diez últimos minutos con dos delanteros y con dos mediocentros de corte ofensivo. Sin embargo, el equipo blanquinegro, también con cierta lógica, destensó su juego y quiso dormir el partido. Suficiente para que el Éibar, en un contragolpe, hiciera su primer gol en Mestalla por medio de Arruabarrena. La parroquia valencianista exigía a sus jugadores el esfuerzo final, que no se dejaran ir pese a la cómoda ventaja. Pero el partido tenía poca historia más.

El Valencia había conseguido los 3 puntos y viaja al Bernabéu con margen de error. El objetivo cada está más cerca del objetivo y lleva números de récord.

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