Vuelta a los orígenes

El Valencia volvió a parecerse al equipo de principio de temporada y empezó a desnivelar el partido en el minuto 10 tras un inicio fulgurante.


El equipo de Nuno necesitaba revertir la racha de resultados, recuperar las sensaciones de principio de temporada y el cambio empezaba por la actitud. A diferencia de los últimos encuentros se vio a un Valencia ambicioso, con la determinación de ser el protagonista del partido, presionando muy arriba al Rayo Vallecano.

Nuno presentó el once previsto con cambio de sistema y la inclusión de Piatti y De Paul como principales novedades. El Valencia se dispuso sobre el campo con 4-2-3-1. Pese al silencio de la Curva Nord, el resto del estadio se esforzaba para que su equipo sintiera el aliento de las gradas. En el minuto 12 el fútbol empezó a compensar la voluntad de los futbolistas blanquinegros. El Valencia pilló al Rayo algo desorganizado en defensa y Barragán sirvió un centro medido a Feghouli para que el argelino, con un testarazo, batiera a Cristian Álvarez. El partido se ponía de cara y el Valencia no bajaba la intensidad. Poco después De Paul estuvo cerca de hacer el segundo tras un pase de Feghouli pero su vaselina a la salida del guardameta rayista se quedó corta. En la siguiente acción lo probó Piatti con una volea tras pase de De Paul que se marchó muy ajustada al poste izquierdo. El Rayo ofrecía un partido abierto por dos motivos: porque es un equipo valiente y porque iba por detrás en el marcador. Los visitantes avisaron primero con un disparo de Bueno muy ajustado y después fue Diego Alves quien casi sirve en bandeja el gol a los visitantes por querer regatear al delantero que acudió a la presión. Mestalla seguía organizándose para animar a sus jugadores con la ayuda de la banda y del segundo anillo del fondo norte. Tras un tramo de partido en el que el Rayo estuvo mejor el Valencia volvió a coger el timón del partido. En el minuto 33, tras un saque de esquina lanzado por Piatti y un poderoso remate de cabeza de Negredo, el balón rechazado por Cristian Álvarez llegó a Feghouli que lo envió al fondo de las redes. En la jugada siguiente Piatti cogió el balón en el medio del campo y, tras hacer una pared con Negredo, se fue vertical hacia la portería dejando atrás a dos rivales, uno de ellos, por cierto, trató de impedir por todos los medios que el argentino avanzara. Pero Piatti tenía entre ceja y ceja el gol, llegó al área y con la izquierda batió a Cristian Álvarez. Nuno, para celebrarlo, emuló a su pupilo con una carrera por la banda. En el minuto 43 la Curva decidió romper su silencio, para entonces, Mestalla ya había hecho hasta la ola. El público, en cualquier caso, recibió con entusiasmo la vuelta de la grada de animación. La primera parte acabó con un clima de felicidad extendido.

Lo más destacable del inicio del segundo periodo fue una doble intervención de Diego Alves: primero parando un potente disparo desde fuera del área y después, felino, sacando a córner el chut tras el rechace. El equipo madrileño se iba arriba a por el partido y eso, con un Feghouli eléctrico, es un peligro. El argelino, enchufado como en las grandes ocasiones, era un peligro constante. Tampoco le andaba a la zaga por la banda izquierda Piatti. El argentino, en el minuto 56 volvió a medirse y a ganar en carrera a su marcador, sirvió el balón para De Paul que, tras un conducción en paralelo a la portería, sacó un latigazo que se estrelló en el lateral de la red. El partido, casi sentenciado, entró en una dinámica menos vistosa, más aburrida. Sin embargo, en el minuto 70, el árbitro decidió darle un poco de vida mostrándole la segunda amarilla a André Gomes. La parroquia valencianista se enervó aunque cambió el habitual 'burro, burro' por el menos ofensivo 'fuera, fuera'. Poco después, Nuno hizo el primer cambio y entró Filipe Augusto por De Paul, una sustitución claramente condicionada por la expulsión. En el minuto 76 el que abandonó el terreno de juego fue Feghouli dejando su lugar a Rodrigo. El Valencia, pese a contar con un jugador menos, seguía teniendo mucho peligro al contragolpe. Pese al dominio territorial de los visitantes, parecía más cerca de llegar el cuarto que el primero del Rayo. De hecho, lo tuvo Rodrigo en sus botas en el minuto 80. El hispano brasileño lo hizo todo bien hasta plantarse delante de Cristian Álvarez pero no pudo resolver el mano a mano satisfactoriamente. Seguramente, esa es la diferencia que marca la confianza. En la continuación de la jugada Piatti se lesionó cuando intentó una chilena. Se tuvo que retirar el argentino tras realizar otro partido muy completo y salió al campo Orban adelantando su posición Gayà.  No quedaba tiempo para mucho más y el público celebró la vuelta a los orígenes: tres goles y tres puntos.

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