De tres en tres

El Valencia con un partido solvente firma su segunda victoria consecutiva en Liga en Mestalla. El equipo de Nuno va de tres en tres en goles y en puntos.


Sería injusto a estas alturas de temporada y con entrenador y muchos futbolistas nuevos pedirle al Valencia que jugara como los ángeles. Esto es un proceso como ha asegurado Nuno en repetidas ocasiones. Al equipo blanquinegro se le puede exigir exactamente lo que está dando: seguridad defensiva y capacidad para resolver los partidos. Ahora importa sumar puntos para darle cuajo al proyecto, para ir ratificando todo el trabajo que se va haciendo. Y así sucedió contra el Espanyol. Sin excesiva brillantez pero con mucha suficiencia el equipo blanquinegro resolvió el encuentro con cierta comodidad.

Las gradas de Mestlalla presentaron un bien aspecto aunque parece que el lleno de la presentación fue una excepción y no una pauta. Eso sí, todos los que acudieron al campo tenían muchas ganas de ver fútbol, de ver al Valencia y de animar a su equipo.  

Nuno salió con el equipo previsto, es decir, el mismo que debutó en Liga en el Sánchez Pizjuán. El partido empezó igualado: ambos equipos trataban de hacerse con el control del partido sin conseguirlo. Sin embargo, en el minuto 6 el duelo empezó a desnivelarse. André Gomes condujo por el centro con su elegancia habitual sin que ningún defensor perico le pusiera en aprietos, cuando se sintió presionado al borde del área abrió el balón a la derecha para Rodrigo que aprovechó el resbalón de un rival para internarse en el área. En vez de chutar, el delantero hispano brasileño ganó al línea de fondo y puso un 'pase de la muerte' que encontró a Piatti que fusiló la portería defendida por Casilla. El partido se ponía de cara y el Valencia aprovechó la circunstancia para hacerse amo y señor del juego.  La grada era una fiesta y Parejo tomaba el mando sobre el césped. Rodrigo estaba muy activo por la banda derecha y Gayà y Piatti también trabajaban bien en la izquierda. Aún así, al Valencia le costaba encontrar el camino de la portería del Espanyol. Lo volvió a intentar el equipo de Nuno en el minuto 20 con otra combinación entre André Gomes y Rodrigo que repitieron la jugada del gol aunque el final no fuera el mismo. El Valencia no tenía excesiva mordiente en ataque pero no estaba pasando ningún apuro defensivo. Y eso que los blanquinegros cada vez estaban más atascados en la creación. Hubo que esperar al minuto 35  para ver una jugada trenzada que acabó en el área del Espanyol aunque no tuvo mayor trascendencia y el centro de Gayà lo repelió un defensor a córner. Antes de llegar al final de la primera parte el Valencia volvió a tener más presencia ofensiva. La suficiente para que el equipo se fuera al descanso despedido con una sonora ovación.

En el segundo periodo el Valencia salió con la intención de sentenciar el encuentro pero se quedó en eso, en intención. Tras unos minutos de ataque sobre la potería de Casilla el partido se volvió a estabilizar en la igualdad, o por lo menos, en la parsimonia de los centrales del equipo blanquinegro moviendo el balón en horizontal. El resultado era muy peligroso y el Espanyol avisó con un gol que anularon a Sergio García por estar en fuera de juego que no era. Sin embargo, con un chispazo, el Valencia estuvo a punto de hacer el segundo. Parejo abrió a la banda derecha para Barragán que centró raso para Paco Alcácer. El de Torrent, al  primer toque dejó para Rodrigo que con el interior de la pierna izquierda puso el balón raso al poste contrario. Casilla realizó una gran parada para salvar a su equipo. Pero fue eso, un chispazo. Es lo que tiene este equipo. Con poco crea peligro y es capaz de definir partidos. En el 62 el Valencia puso tierra de por medio en el marcador. Parejo condujo por el centro llevándose el balón con algo de fortuna. Cuando llegó al borde del área disparó raso pegado al poste haciendo inútil la estirada de Casilla. Se confirmaba que Mestalla estaba viviendo una tarde plácida. Nuno decidió darle minutos a Feghouli y retiró del campo a Rodrigo. El Espanyol con dos goles en contra siguió sin perderle la cara al partido e incluso se vino más arriba. Una falta de entendimiento entre Alves y Otamendi provocó que el argentino perdiera el balón en el borde del área generando una situación peligrosa que el Espanyol, afortunadamente, no supo resolver con claridad. No ocurriría lo mismo en la portería contraria. Alcácer sí aprovecho el despiste defensivo de la zaga espanyolista para hacer el tercer gol. El equipo perico estaba desquiciado como se pudo comprobar en una entrada de Álvaro a Piatti que el árbitro castigó con tarjeta amarilla. Lo cierto es que el Espanyol, sin ser muy inferior al Valencia en cuanto a juego iba perdiendo por tres goles de diferencia, principalmente por sus errores defensivos.  Nuno realizó el segundo cambio en el 82 dando entrada a Carles Gil por Piatti. Poco después el que salió al campo fue Rober por Alcácer. Al partido le quedaba poca historia más allá de algún arranque de orgullo del Espanyol. El árbitro ayudó a que los pericos hicieran el gol del honor pitando un penalti a su favor en el minuto 90 cuando la falta se produjo fuera del área. Sergio García anotó la pena máxima maquillando el resultado.

Tres goles más, tres puntos más y el Valencia va solidificando las bases del proyecto de la mejor manera. Aún queda mucho por hacer y demostrar pero éste es el camino correcto.

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