Categoría: Análisis
La catarsis de Tiburator
Toca tragar veneno
El ansia
Los valencianos son impacientes por naturaleza; apenas se elogia al hombre ‘templao’ y se glorifica lo impulsivo, lo irreflexivo, lo irracional. Fallas con patas, tracas con lengua, la cabeza llena de castillos de fuegos artificiales.
Tachar días en el calendario, mirar continuamente el reloj desgranando horas y horas sin cesar. …
Un traje cada vez más cómodo
La Zona Aragonés
Tras muchos años en los que lanzar las campanas al vuelo era imposible o, peor, daba vergüencita ajena dadas las circunstancias en las que se encontraba el club, casi es de agradecer que alguno salga a la calle con la botella de champán abierta dando por sentado que el Valencia …
La banda de Otamendi
… se bregó como nunca ante una retahíla de mediocentros que configuraron cuidadosamente un campo trufado de minas antipersona, lanzallamas, alambradas y algún que otro paquete bomba. Esa parcela de cuarenta metros en el Calderón fue el Somme, Normandía y las Ardenas, todo en uno.
No es sencillo embarrarse. Ni mucho …
La tercera vía
En aquella época, el Valencia era la risa de Europa cuando llegaban los duelos contra rivales directos. Ahora, el cagómetro visitante se dispara cuando sus hombres pisan la Avenida de Suecia. Diferencias tan ‘sutiles’ como un martillazo en la cabeza.
Se ganó, como era de esperar, a la Real Sociedad en …
Diego Alves y la estatua
Ante el Córdoba se vio la enésima demostración de un deportista en pleno momento dulce, «in the zone» que dicen en el baloncesto: ese estado de concentración absoluta, de movimientos automatizados, de rendimiento cercano a la perfección. Fueron noventa minutos casi impecables (faltó detenerle a Ghilas el penalti) en los …
Estilo, sistema, identidad y fútbol
La catarsis de Tiburator
Toca tragar veneno
El ansia
Los valencianos son impacientes por naturaleza; apenas se elogia al hombre ‘templao’ y se glorifica lo impulsivo, lo irreflexivo, lo irracional. Fallas con patas, tracas con lengua, la cabeza llena de castillos de fuegos artificiales.
Tachar días en el calendario, mirar continuamente el reloj desgranando horas y horas sin cesar. …
Un traje cada vez más cómodo
La Zona Aragonés
Tras muchos años en los que lanzar las campanas al vuelo era imposible o, peor, daba vergüencita ajena dadas las circunstancias en las que se encontraba el club, casi es de agradecer que alguno salga a la calle con la botella de champán abierta dando por sentado que el Valencia …
La banda de Otamendi
… se bregó como nunca ante una retahíla de mediocentros que configuraron cuidadosamente un campo trufado de minas antipersona, lanzallamas, alambradas y algún que otro paquete bomba. Esa parcela de cuarenta metros en el Calderón fue el Somme, Normandía y las Ardenas, todo en uno.
No es sencillo embarrarse. Ni mucho …
La tercera vía
En aquella época, el Valencia era la risa de Europa cuando llegaban los duelos contra rivales directos. Ahora, el cagómetro visitante se dispara cuando sus hombres pisan la Avenida de Suecia. Diferencias tan ‘sutiles’ como un martillazo en la cabeza.
Se ganó, como era de esperar, a la Real Sociedad en …
Diego Alves y la estatua
Ante el Córdoba se vio la enésima demostración de un deportista en pleno momento dulce, «in the zone» que dicen en el baloncesto: ese estado de concentración absoluta, de movimientos automatizados, de rendimiento cercano a la perfección. Fueron noventa minutos casi impecables (faltó detenerle a Ghilas el penalti) en los …